HMA | HIJAS DE MARÍA AUXILIADORA

 

 

Las Hijas de María Auxiliadora somos una familia religiosa nacida del corazón de San Juan Bosco y de la fidelidad creativa de Santa María Dominga Mazzarello. Don Bosco eligió este nombre porque nos quiso como un monumento vivo de agradecimiento a la Virgen.

En Turín la opción de fundar una institución a favor de las jóvenes le vino a Don Bosco por la insistencia de varias personas; por la constatación del estado de abandono y pobreza en el que se encontraban muchas muchachas; por el contacto con varios Institutos femeninos; por la profundidad de su devoción mariana; por la confirmación del Papa Pío IX que le animó hacia este camino; por repetidos sueños y hechos extraordinarios narrados por él mismo.

Contemporáneamente en Mornese, en las colinas del Monferrato, la joven María Dominga Mazzarello animaba un grupo de mujeres jóvenes que se dedicaban a las muchachas del pueblo, con la finalidad de enseñarles un oficio, pero sobre todo con el compromiso de orientarlas a la vida cristiana.

A distancia, dos señales en la misma longitud de onda mandaban un mensaje idéntico; tenía que nacer también para las niñas y las jóvenes el ambiente educativo que ya estaba en Turín-Valdocco para los muchachos por obra de Don Bosco. María Dominga Mazzarello fue cofundadora al dar vida, forma y desarrollo a la nueva institución.

El 5 de agosto de 1872 el primer grupo de mujeres jóvenes pronunciaron su sí como la Virgen María para ser ayuda entre las jóvenes.

Somos MUJERES CONSAGRADAS que, viviendo en comunidad y estando en medio de la gente, expresamos la mística de un amor radical por Cristo. Con sencillez y alegría vivimos el SERVICIO EDUCATIVO A LOS JÓVENES. Cultivamos una ENTREGA MISIONERA que abre la vida cotidiana a amplios horizontes apostólicos. Insertas en la Iglesia local, EXPRESAMOS UNA CIUDADANÍA ACTIVA en el territorio y en la cultura de hoy.

"Nosotras FMA, creemos que hoy nuestra pasión misionera se expresa en la elección consciente de la educación como camino de ciudadanía evangélica. Nos pide presencia y solidaridad; con los jóvenes, los más pobres y un servicio valiente a la justicia y a la paz para una convivencia humana más respetuosa de la dignidad; de todos". (Actas CG XXI)

Con el amor preferencial de Don Bosco y de Madre Mazzarello nos dedicamos a las jóvenes más pobres, o sea a aquellas que de cualquier modo tienen menos posibilidades de éxito y están más expuestas a peligros. Para Don Bosco prevenir es educar a la persona, favorecer la capacidad de dar sentido a la vida a través de experiencias positivas y actuar con coherencia en la toma de decisiones. Prevenir es crear relaciones educativas capaces de estimular y sostener las fuerzas interiores de la joven y de orientarla hacia nuevas etapas de madurez, hacia nuevas experiencias, en la perspectiva del proyecto de vida cristiana". (Actas CG XIX, p.41)
 

 

 

 

 

Nuestro estilo educativo

Una clave importante que traduce y explica la tradición educativa del Instituto es la vida de María Dominga Mazzarello. Aunque no haya escritos suyos que se refieran a la educación, podemos reconocer oficialmente su ministerio educativo, a través de lo que ella misma ha vivido.

Uno de los criterios educativos de gran importancia fue para ella la prioridad de la persona; a través de su personal adhesión al proyecto de Dios quería llevar a todas las jóvenes al encuentro único con Jesús. El mensaje educativo de María Dominga Mazzarello está caracterizado por realismo y lo concreto, por el trabajo y por la educación a la laboriosidad. La obra educativa es como el don de su vida, don de sí en el amor con alegría serena y contagiosa que se convertía en pedagogía de la alegría y con gran apertura a la colaboración.

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